martes, 30 de diciembre de 2014

EL TRANVÍA DE BILBAO A DURANGO Y ARRATIA (y X)

Remolque de tracción animal del tranvía de Bilbao a Algorta. El de Arratia adquirió de ocasión a dicha empresa dos coches similares. Archivo Georges Muller

LOS TRANVÍAS DEL TRANVÍA

Los primeros tranvías

Para el inicio de la explotación provisional con motor de sangre entre Lemoa y Castillo Elejabeitia en septiembre de 1899, el tranvía de Arratia contrató con la empresa zaragozana Carde y Escoriaza, el suministro de cuatro remolques jardinera de dos ejes. Una vez iniciado el servicio, pronto se comprobó que estos vehículos, totalmente abiertos en sus laterales, no eran los más adecuados para hacer frente a los rigores del invierno, por lo que, el 8 de noviembre de 1899 se procedió a la compra de dos coches cerrados, de segunda mano, al Tranvía de Bilbao a Algorta. La misma empresa suministró una mesilla de carga y un vagón plataforma, con los que pudo iniciarse el transporte de mercancías.

Este pequeño parque de material móvil prestó servicio hasta la sustitución del motor de sangre por la tracción eléctrica, a partir del 1 de agosto de 1902. Aunque inicialmente se estudió su adaptación como remolques de los nuevos tranvías eléctricos, pronto se desechó la idea, por lo que quedaron arrinconados en las cocheras de Lemoa hasta que el 30 de abril de 1908 se procedió a la venta de tres de las jardineras, a precio de chatarra, a los Talleres de Deusto. Poco después, el 31 de diciembre del mismo año, se desguazaron los restantes vehículos de tracción animal.

La tracción de los tranvías de motor de sangre se realizaba contratando el denominado “servicio de arrastre”, con arrieros de la comarca. En concreto, los caballos que tiraban de los tranvías de viajeros pertenecían a la ganadería de Florencio González, mientras que los de mercancías eran remolcados por mulas propiedad de Pablo García.
Coche de 2 ejes Nº 2, inicialmente previsto para el servicio urbano en Bilbao. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Los tranvías de viajeros

El TBDA contó con un total de cinco series diferentes de tranvías para el servicio de viajeros. La primera, formada por seis vehículos matriculados correlativamente del número 1 al 6, fueron construidos en 1901 por la empresa aragonesa Carde y Escoriaza, con equipos eléctricos de la francesa Thomson-Houston. De dos ejes y pequeñas dimensiones, disponían de un total de 18 asientos y un pequeño departamento furgón para equipajes. Pronto se hizo patente su escasa capacidad, mientras que su potencia y consumo era similar a los de otras series de mayor envergadura, por lo que en 1913 se decidió su transformación en coches de bogies. Esta operación se realizó en los talleres del tranvía en Lemoa, seccionando por la mitad un coche y añadiendo un nuevo cuerpo, por lo que la capacidad quedó incrementada a 30 asientos. Con su nuevo aspecto la mayoría de estos coches circularon hasta la clausura del tranvía en 1964.
Tranvía Nº 4, antiguo coche de dos ejes, ampliado en 1913 y transformado en coche de bogies. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

La empresa Carde y Escoriaza también suministró, en 1901, siete coches de grandes dimensiones matriculados en la serie 50 a 56. También dotados de equipos eléctricos de la casa francesa Thomson-Houston, disponían de cuatro ejes, montados sobre bogies “máxima tracción”. Este sistema se caracterizaba por la presencia de un solo motor de tracción en cada bogie, siendo el eje motor de mayor diámetro que el de apoyo. Estos tranvías, con capacidad para 36 plazas sentadas, circularon con pocas reformas hasta que a mediados de los años cincuenta comenzaron a ser dados de baja. Sin embargo, los últimos continuaron prestando servicio hasta la clausura de la línea en 1964.
Coche Nº 56. Fotografía de G. Masino. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

En el año 1903, y con el fin de reforzar el parque móvil inicial, el cual resultaba escaso para atender la demanda de transporte del tranvía, se procedió a la motorización, en los talleres de Lemoa y con equipos eléctricos de la norteamericana Westinghouse, de dos grandes remolques que habían sido construidos el año anterior por Carde y Escoriaza. Matriculados inicialmente con los números 30 y 31, en 1915 fueron rematriculados como 7 y 8. Estos vehículos, que disponían de dos departamentos furgón y treinta asientos, prestaron servicio hasta 1962 y 1964 respectivamente.
Coche motor Nº 8, fruto de la motorización del remolque Nº 31. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Espartano interiorismo de un coche motor del tranvía de Arratia. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

El parque inicial de coches de viajeros del tranvía de Arratia se completó en 1903 con la adquisición, nuevamente a Carde y Escoriaza, de otros cinco coches de bogies, dotados de equipos eléctricos Westinghouse, matriculados en la serie 60 a 64. Uno de ellos, el 60, vio posteriormente sustituidos éstos por otros de la marca francesa Thomson-Houston, por lo que fue rematriculado con el número Nº 57.  Con un departamento de equipajes y treinta y seis asientos, prestaron servicio hasta finales de los años cincuenta, salvo el 57, que no fue retirado hasta 1964.
Coches 63 y 13 estacionados en la terminal del teatro Arriaga. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

La única ampliación del parque móvil inicial del tranvía de Arratia se realizó en los años veinte, cuando, tras la experiencia adquirida en la reconstrucción de los pequeños tranvías de la serie 1 a 6, se procedió a construir en los talleres de Lemoa ocho nuevos coches. Muy similares a los restantes vehículos del TBDA, dotados de dos bogies “máxima tracción”, sus equipos eléctricos fueron en esta ocasión suministrados por la multinacional norteamericana General Electric. Fueron matriculados en la serie 9 a 16 y circularon hasta mediados de los años cincuenta, aunque algunos prolongaron su vida activa hasta el cierre definitivo del servicio.
Coche Nº 15, construido en los años veinte en los talleres de Lemoa. Fotografía de Félix Zurita Moreno de la Vega. 

Los tranvías de mercancías

El TBDA contó con dos series de furgones automotores para el servicio de mercancías, la primera formada por un total de seis coches de dos ejes y la otra de cinco coches de bogies.

Los pequeños furgones automotores de dos ejes fueron matriculados en la serie 1 a 6. Los cuatro primeros habían sido construidos en 1901 por Carde y Escoriaza con equipos de tracción Thomson-Houston, mientras que, en 1903 y debido al incremento de tráfico de mercancías que supuso el establecimiento de tráfico combinado con el Ferrocarril de Durango a Zumárraga, se adquirió un nuevo coche, idéntico a los anteriores. La serie se completó en 1924 con la construcción en los talleres de Lemoa del tranvía de carga Nº 6.
Furgón motor de mercancías Nº 3. Fotografía de Jeremy Wiseman

La vertiginosa caída del tráfico de mercancías que registró el tranvía en los años cincuenta supuso la retirada del servicio de estos vehículos, salvo los números 1 y 6, que fueron adaptados para la realización de trabajos de mantenimiento de la línea aérea. El primero quedó destacado en el tramo comprendido entre Lemoa y Zeanuri y el segundo en la sección Bilbao-Urbi.
Furgón automotor de mercancías Nº 54. Fotografía de Juan Bautista Cabrera. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

La segunda serie de furgones automotores para transporte de mercancías estaba compuesta por cuatro unidades, recibidas en 1901 y numeradas del 50 al 53. De mayor tamaño que los anteriores, sus cajas iban montadas sobre dos bogies “máxima tracción” similares a los de los coches de viajeros, mientras que los equipos eléctricos habían sido suministrados por Whestinghouse. En 1924, la serie se amplió con la construcción en los talleres de Lemoa de un nuevo coche, idéntico a los anteriores, matriculado como Nº 54.

Al igual que lo sucedido con la serie anterior, la caída del tráfico de mercancías experimentada en los años cincuenta supuso su progresiva retirada del servicio. Solo el 54 se mantuvo operativo para la realización de labores auxiliares en la sección de Lemoa a Zeanuri.

Además de los furgones automotores, el tranvía de Arratia contó con un considerable parque de vagones para el transporte de mercancías, que, según la demanda, eran enganchados a los coches motores de viajeros o a los furgones automotores, formando composiciones de hasta tres remolques.

El parque inicial de vagones estaba compuesto por 10 mesillas de carga construidas por Mariano de Corral, empresa bilbaina que también suministró dos furgones cerrados. Por su parte, Talleres de Deusto entregó doce vagones cuna.
Vagón de mercancías construido por Mariano de Corral. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

En 1904 el parque se amplió para poder hacer frente al incremento de tráfico que supuso el convenio suscrito con el Ferrocarril de Durango a Zumárraga, adquiriendo un nuevo lote de quince vagones de mercancías. Posteriormente, en el año 1909, cuatro de las mesillas suministradas por Mariano de Corral se transformaron en furgones cerrados.

A partir de 1920 los talleres de Lemoa emprendieron la fabricación de los vagones necesarios para el servicio, fabricando hasta 1931 un total de 40 unidades de diversos tipos. Sin embargo, en 1948 se inició el progresivo desguace de este tipo de vehículos, cada vez menos necesarios, dada la rápida caída de los tráficos de mercancías experimentado a partir de esa fecha, aunque los últimos remolques de carga no se dieron de baja hasta el cierre definitivo del tranvía de Arratia en noviembre de 1964.

1 comentario:

  1. Bonitos y elegantes todos los vehiculos que formaron parte del parque de la linea,con ese irrepetible aire tan clasico y "añejo",pero lleno de encanto y desprendiendo nobleza y buen hacer de aquellos productos de epoca,esos revestimientos interiores y asientos de tablas de madera...Muy curiosos los destinados a servicio de mercancias,con un aire exterior muy del tipo de un furgon al uso,en esos pequeños 1-6,o los "grandes",sus correspondientes vagones...Un magnifico repaso a la historia de esta gran linea que abarcaba una buena parte de territorio,algo verdaderamente inusual tratandose de servicio tranviario,enhorabuena

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