lunes, 1 de junio de 2015

HASTA LA VISTA, BILBAO-ADUANA

Vista de la fachada de la antigua estación de Bilbao-Aduana. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Anoche partió de los andenes de la estación de Bilbao-Casco Viejo (antigua estación de la Aduana) el último servicio de EuskoTren hacia el Txorierri. Se cerraba así una nueva etapa en la vida de una terminal ferroviaria que, dentro de un mes, habría cumplido 111 años. Por ello, recuperamos parte de una entrada que dedicamos a esta estación hace un par de años en este blog para recordar su larga y agitada historia.
Detalle de la fachada de la estación de Bilbao-Aduana. Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Vista aérea del interior de la antigua estación de Bilbao-Aduana. Fotografía de Eduardo González Iturritxa

Los orígenes de esta singular estación se remontan al año 1887, cuando se inauguró el ferrocarril de Bilbao a Las Arenas. La primera estación de este ferrocarril en la capital vizcaína se encontraba en los terrenos del antiguo convento de San Agustín, a espaldas del actual ayuntamiento, una zona que, entonces, no era muy céntrica. Pocos años después, este pequeño ferrocarril fue adquirido por la Compañía de los ferrocarriles de Santander a Bilbao que, de inmediato, se propuso mejorar la centralidad de su terminal bilbaína. Para ello, solicitó al gobierno la preceptiva concesión para construir un ramal desde Matiko hasta la calle de la Esperanza.
Primitiva estación de Bilbao-San Agustín, punto de origen de los trenes de Bilbao a Las Arenas y Plencia entre 1887 y 1904. Dibujo de José Vicente Coves Navarro

Otorgada la concesión el 22 de agosto de 1901, la mayor parte de los 1.280 metros de recorrido de la línea entre Matiko y La Esperanza transcurría en túneles diseñados para doble vía, en concreto, los de La Esperanza, de 325 metros, el del Gas, de 191 y el de Matiko, de 421, aunque los dos primeros estaban unidos por un falso túnel de 48 metros de longitud. La estación terminal se estableció en pleno corazón del casco viejo bilbaíno, junto a la iglesia de San Nicolás y la primitiva sede central del Banco de Bilbao, en concreto, en las instalaciones de la antigua Aduana, hecho por el que sería bautizada con el nombre de Bilbao-Aduana. El primitivo edificio fue remozado bajo la dirección del arquitecto Severiano Achúcarro, quien situó en su planta baja las dependencias necesarias para el tráfico ferroviario: taquillas, gabinete de circulación y salas de espera, mientras que los pisos superiores fueron habilitados como viviendas para empleados.
Locomotora Esperanza, bautizada con este nombre en homenaje a la nueva estación de la calle de La Esperanza. Archivo Municipal de Getxo

La inauguración de tan importante obra se verificó el 1 de julio de 1904, y al día siguiente la noticia quedó puntualmente recogida en El Noticiero Bilbaíno:

Las personas que fueron ayer a Las Arenas, inauguraron la nueva estación de la Aduana, que cuenta con dos amplios andenes de 80 metros de longitud cada uno y tres de anchura, cubiertos con elegante marquesina estilo modernista.

Hay en la estación tres vías que terminan en la placa giratoria, cerrada en túnel, donde se hará el cambio de máquinas.

Al terminar los andenes comienza el túnel de la Esperanza, que unido al llamado del Gas y al de Matico, cuenta 1.100 metros de longitud. Los dos primeros túneles van unidos por una bóveda de 48 metros, al descubierto, y termina el de Matico muy cerca de la nueva estación del mismo nombre. Van revestidos de bóveda de rajuela en toda su extensión, y alumbrados con bombillas de luz eléctrica convenientemente colocadas a tresbolillo. La boca de entrada del primer túnel, que es un arco rebajado, está trabajada en sillería y sillarejo con gran esmero.

El estilo de la nueva estación, que por la Compañía se denomina de «La Aduana», es semejante al seguido en la construcción de la del ferrocarril de Santander a Bilbao por el señor Gorbeña, autor así mismo de esta nueva, de más difícil ejecución, según los técnicos, y que ha merecido los justos y unánimes elogios para el autor y director de los trabajos. El del túnel sobre todo, es un verdadero alarde de valentía, de talento y de precisión.

El servicio empezó a las 5,23 de Bilbao, saliendo la locomotora Matico número 3, y a las 5,22 de Las Arenas, con la Deusto, número 5. Las facilidades de la nueva estación aumentará el número de viajeros.

Tal y como vaticinaba el cronista, la nueva terminal contribuyó en gran manera a incrementar el número de viajeros de la línea, que pasó de los poco más de 850.000 el año 1901, al millón y medio de 1906. Por su parte, tras la inauguración, la antigua estación de San Agustín fue relegada al servicio de mercancías. Sin embargo, en septiembre de 1906 recuperó durante algunos unos días su primitivo protagonismo como consecuencia de unas lluvias torrenciales que el día 10 de dicho mes provocaron el desbordamiento del arroyo de La Curtiduría y la inundación del túnel de la Esperanza y de la propia estación de Bilbao-Aduana. En enero de 1945 se registró un episodio similar.
Automotor MAB-13, con una composición clásica de coches de madera, fotografiado en la estación de Bilbao-Aduana. Fotografía de Raymond Hubert

Lamentablemente, las obras de construcción del Metro de Bilbao implicaron el derribo de esta singular estación a principios de los años noventa, que sería sustituida por una llamativa estructura de hormigón que debía conformar en su cubierta una escalera monumental hacia el parque de Etxebarría, aunque, finalmente, esta obra nunca se llegó a concluir. Además, en 1996 la dependencia perdió su histórica configuración de estación de término, al prolongarse su túnel de maniobra hacia la vecina estación de Bilbao-Calzadas, lo que permitió el enlace con el ferrocarril de Bilbao a Lezama y su transformación en estación de paso. Sin embargo, los trenes que partían de sus andenes nunca más llegaron a Plentzia, ya que buena parte de su línea originaria fue integrada en el Metro de Bilbao, por lo que el nuevo servicio se configuró entre San Ignacio y Lezama. Más tarde, se irían amputando algunas secciones, primero entre San Ignacio y Deusto y, más tarde, entre esta estación y la de Casco Viejo, hasta alcanzar la configuración actual entre Casco Viejo y Lezama.
Interior de la estación de Bilbao-Casco Viejo (antigua Aduana), tras la remodelación de sus instalaciones realizada tras la puesta en servicio de la línea 1 de Metro de Bilbao. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

La supresión del servicio en la histórica estación de Aduana/Casco Viejo que tuvo lugar anoche, dejará paso a las obras para la adaptación de esta dependencia en parada de la futura línea Nº 3 de metro de Bilbao. Como hasta ahora, dentro de menos de dos años, en sus nuevos andenes seguirán prestando servicio los trenes de EuskoTren adaptados a las necesidades del nuevo servicio metropolitano. Se abrirá de este modo una nueva etapa en la historia de la antigua estación de la Aduana en la que se convertirá en el corazón de los transportes urbanos de Bilbao, punto de enlace de las tres líneas de metro de la capital vizcaína.
Unidad de la serie 300 de EuskoTren fotografiada en los andenes de Bilbao-Casco Viejo. Fotografía de Juanjo Olaizola Elordi

1 comentario:

  1. El último tren que hizo el servicio Lezama - Casco Viejo:

    https://lh3.googleusercontent.com/scmq-RU23ZBkWLl9TAyr4H7XgvdbwCkgBYgAXSS6Q3tL=w1677-h943-no

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